Hace algo más de 35 años existió en el Barrio de La Victoria un club juvenil denominado NU.DI. (Nueva Dimensión) que funcionó unos cuantos años, con unas épocas brillantes y otras menos; allá por el año 1977, el club fue perdiendo fuerza y fue reducido a un pequeño grupo de personas; este grupo había organizado actividades en la parroquia y en el barrio que hacían referencia a la formación de niños y jóvenes en el tiempo libre, organizando todos los años uno o dos campamentos; a medida que fue perdiendo garra este club, se comenzó a crear un nuevo grupo con chavales más pequeños y que pretendía llenar el vacío que habría dejado el Club Nudi. A este nuevo club infantil se le llamó Club Mowgli, y tomaba algún elemento de scouts pero sin estructura clara.
Este grupo funcionó dos años, hasta que se planteó que el nivel de actividad era verdaderamente escaso y los chavales no respondían con asiduidad. Tuvieron los locales en el antiguo bar de ancianos, donde se planteó llevar una actividad mas continuada y coherente con el proceso educativo. Se dudó entre hacer un grupo del movimiento Junior o de Scouts, decidiéndose al final por los Scouts.
En la formación del nuevo Grupo Scout Barrio de La Victoria, el primer problema que se encontró fue buscar a la gente que se iba a encargar de dirigirlo y organizarlo, o sea, buscar a los responsables scouts, y para ello se cogió a gente que estaba en el Club Mowgli, monitores del antiguo Grupo Scout Torozos (ya extinto), gente que quiso y otra gente inquieta y con ilusiones del antiguo Club Nudi.
Lo primero que se hizo fue la preparación de los responsables en métodos scouts, y así fueron haciéndose a un nuevo método de trabajo y estilo, por medio de acampadas de formación tales como la que tuvo lugar en la ermita de Matapozuelos. En sus inicios, el club Nudi siguió funcionando y se siguieron haciendo campamentos con ellos (dos campamentos volantes en Picos de Europa).
El primer año de funcionamiento como grupo scout fue difícil, hasta que no se logró ceñirse a tal estructura tanto monitores como chavales; en este momento, en el grupo solo había lobatos, y después de dudar mucho sobre si se hacía o no, se hizo el primer campamento únicamente con ellos, los lobatos, en Boñar, un campamento que fue una experiencia muy interesante porque salió todo a las mil maravillas. Los monitores respondieron muy bien, aunque no tenían ninguna experiencia, y los chavales terminaron muy contentos porque fue un revulsivo para ilusionarse con el grupo y con los Scouts.
Al año siguiente ya comenzamos con Tropa y al tercer año ya tuvimos Pioneros. El grupo en estos años fue consolidándose gracias a un trabajo constante de los monitores, a una permanencia de estos en el grupo, al apoyo por parte de los padres que formaron un Comité de Padres, y a la participación ilusionada de los niños en las actividades. Así pues, poco a poco se fueron superando los problemas que iban apareciendo, dando lugar a un grupo cada vez mas numeroso, estando en estos primeros años entorno a los 100 miembros.
Este articulo no hubiera sido posible realizarlo de no ser por la colaboración de uno de los fundadores del grupo al que robaron un poquito su tiempo. Gracias José Manuel...