Sin lugar a dudas la base del rastreo es la observación, por lo tanto es esto lo primero que debe aprender a hacer un buen rastreador: OBSERVAR.
El arte de observar lo que nos rodea puede llegar a ser bastante sencillo si se tiene un poco de práctica, aunque lo que realmente es difícil llegar a detectar todo todos y cada uno de los detalles de nuestro alrededor.
El valor educativo del rastreo de pistas radica en que, para realizarlo, se debe desarrollar la observación, la concentración, la vista, la deducción y el conocimiento técnico, pues sin una buena técnica, es muy difícil ser buen rastreador.
Aquí se han incluido diversos signos de pistas que es importante conocer, pues en algunos casos para determinado significado (o indicación) existe más de un signo de pista (o significante). Por ejemplo, en el caso de la alerta de peligro o pista falsa.